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Mizuki Misumi

-1981-

Nació en Kagoshima, Japón, en 1981. Estudió expresión visual en la universidad, centrándose en el cine y la fotografía. A los 20 años le diagnosticaron una enfermedad incurable y, mientras luchaba contra ella en una isla remota, comenzó́ a colaborar en la revista Gendai Shi Techo (Cuaderno de Poesía Contemporánea, una de las revistas literarias más importantes de Japón) y obtuvo el 42o Premio Gendai Shi Techo. Luego obtuvo el Premio Chūya Nakahara por su primer poemario, Oubaakiru; su segundo libro de poemas, Kanashiyaru (Anhelo) obtuvo el Premio Rekitei Shinsen y el Premio de Literatura Nippon Minami 2006. Su libro más reciente es su noveno poemario, Shumatsu no arupegio (Arpegio de fin de semana). En 2008 inició un enérgico programa de lectura y ha sido invitada a numerosos festivales internacionales de poesía en Corea del Sur, Eslovenia, Lituania, Bélgica, México, Canadá y otros países. Selecciones de sus poemas se han traducido en Estados Unidos, Italia y otros países. Sus actividades incluyen exposiciones de poesía en museos, producción de películas, escritura de letras de canciones, ensayos y novelas.

Esta es una muestra de sus poemas:

El fin 

En mi jardín
mi madre está enterrada.
Apenas sí se ven las puntas secas de sus dedos.

Al fin tengo invitados
y la tarde
qué espléndida se ha puesto.

"Nunca se acaban nuestros hasta aquí".

Apenas si se ven las puntas secas de sus dedos.

Igual que mi jardín,
¿no es hermosa mi madre
igual que mi jardín?

Parecía nuestro jardín.

Salida del agua

En telas delicadas
apiladas las nubes
se tiñen de crepúsculo
si se cumple un deseo
se aproxima una desesperanza.
Al correr la cortina siempre hay bruma
y aun así no se mueven las oleadas de nubes
todos juntos en sillas de oficina tumbados
avanzamos hacia el final
como si no hubiera verano
cae la nieve levísima
a finales de marzo
cae la nieve levísima
en la eternidad
cae la nieve levísima
la levísima nieve recibida
las luces de la pista esperan.

Sueño ligero

Los pájaros se abultan en el frío
y los de esta ciudad son redondos, redondos,
de un color más oscuro que la noche
con flojos picos amarillos
Frente al correo caminaban
son pájaros que ni vuelan

No saber es tonto, es infantil
es hermoso
saber da miedo

En la ciudad desconocida
fría y abultada
yo también me inflo y me aflojo
si despertara me volvería redonda, redonda

No sé si seguirá
nevando muchos días.

Conmigo como base

Conmigo como base.
Muchas mujeres pasan.
Alguna se detiene.
Mis contornos se tuercen
y yo me descompongo.
Qué claro el cielo.
No he visto otro tan azul.
Se evaporan las lágrimas,
se convierten en nubes,
en lluvia ácida que nos disuelve.
De principio a fin
no hago otra cosa
que decaer,
disolverme,
pudrirme,
volverme tu composta.
Conmigo como base,
tú creces.
Tiendo las manos débilmente al sol.
Mis brazos se deshacen.

   Traducciones de Aurelio Asiain 

El camino hasta el Parque Tívoli

Cuelgan de un árbol alto alto
aves de sombra y una blancura cegadora

Mejor no preocuparse por la hora
dijo él
y luego dijo adiós
Nos acabábamos de conocer
esta mañana
a las 7:41
retumbaban las campanas
Estaba la ciudad
con la quietud de las estatuas
sumergida
Chasqueando la lengua
con el rostro sonriente
me pasó un pan recién horneado
Mejor no preocuparse por la hora
volvió a decir
él pan recién horneado
recién horneado

Las campanas resuenan suavemente
No hay reloj a la vista

                 Versiones de Monserrat Loyde